Cuba, esa pequeña isla del Caribe, que no representa
una amenaza para nadie, que no firma pactos militares contra ninguna nación,
que no pertenece a la OEA, que no exhibe muestras de violencia civil o policial
significativas y que muy contrariamente a lo afirmado por el informe del
Departamento de Estado de EE.UU sobre Derechos Humanos de 2020, respeta,
defiende y protege la vida de sus ciudadanos y la de hombres y mujeres de
muchas otras naciones del mundo, se enfrenta desde hace más de seis décadas a
una guerra mediática, iniciada incluso antes del triunfo revolucionario de
1959, y que ha sido desplegada con especial ferocidad durante la pasada
administración de Donald Trump, constituyendo hasta hoy uno de los mayores
obstáculos para el buen desarrollo de esta pequeña nación soberana.
Esta guerra sin armas de fuego, pero con idéntica gravedad en el tejido de sus consecuencias, fue denunciada desde enero de 1959 por Fidel Castro, quien la describió como 'la más infame, más criminal y más injusta que se ha lanzado contra ningún pueblo'. La United Press International (UPI) y la Associated Press (AP), combinadas, poseían por esos años 261 corresponsalías en Estados Unidos y 167 en el extranjero, así como miles de reporteros, especialmente en Latinoamérica.
Para contrarrestar
la mentira y la pujanza del terrorismo mediático de esas que Eduardo Galeano
llamó “las trasnacionales de la desinformación”, surgió desde junio de ese
mismo año de 1959 un medio genuinamente latinoamericano para informar a los pueblos
como Prensa Latina y se han desarrollado desde entonces varios canales
informativos como Telesur y otros medios que luchan sin cansancio para hacer
frente a este flagelo. En el caso específico de Cuba, la guerra mediática es un
recurso más del imperio para justificar el criminal bloqueo y sus agresiones
sistemáticas contra Cuba.
Es por esa razón que, desde este canal apoyaremos
indefectiblemente las verdades de Cuba y cualquier iniciativa que surja para
hacerle frente al criminal bloqueo impuesto por el vecino del norte. Teniendo
en cuenta la difícil situación de pandemia a la que se enfrenta Europa en el
presente, reiteramos nuestro llamado a una Semana
mundial de apoyo a Cuba (del domingo 6 al domingo 13 de junio) a través de las
redes y diversos medios de información, que tengan como colofón una Jornada Global de manifestaciones en contra del
bloqueo en el espacio público el próximo 12 de junio. Demostremos una
vez con nuestra participación masiva lo injusto de esta política en contra de
la isla caribeña y que Cuba no está sola.
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