Bloqueo en época de pandemia: un crimen de lesa humanidad

 Por: Héctor Bernardo.- Las medidas que componen el bloqueo comercial, económico y financiero que unilateralmente y de manera ilegal Estados Unidos ha lanzado contra el pueblo de la mayor de las Antillas desde hace ya seis décadas, se acentuaron durante el gobierno de Donald Trump y se sostienen – y profundizaron - durante el gobierno de Joe Biden.

Durante su campaña electoral, Biden había prometido deshacer las medidas tomadas por Trump contra Cuba. Eso le generó el apoyo de un amplio sector de los residentes cubanos en ese país que reclaman hace años el fin de esa política y que, incluso, salieron a las calles a festejar cuando el expresidente Barack Obama anunció el restablecimiento de las relaciones con la isla. Hasta el momento, el voto de toda esa comunidad ha sido traicionado.

El mandatario norteamericano no solo mantiene las medidas implementadas por Trump: la actitud contra el pueblo de la isla sigue siendo sumamente agresiva y ni siquiera se restableció el funcionamiento de la Embajada norteamericana en La Habana (sede diplomática que había sido reabierta por Obama y cerrada por

Ese sol del mundo moral, Demandando a la vida su secreto y Memorias de Cintio Vitier para descargar en PDF

 


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Una manera de recordar a Cintio Vitier. Por Luis Toledo Sande.

 Cubaperiodistas, 28 de septiembre de 2021. 

Razones de peso para recordar a Cintio Vitier abundan, y maneras de hacerlo. A la memoria del autor de estos apuntes —nacidos de la entrevista que le hizo el canal Europa por Cuba el pasado 26 de septiembre para el programa “Ese sol del mundo moral”, homenaje a Vitier con ocasión de su centenario— lo han traído en estos días, ya se verá por qué, hechos como la prosperidad inducida del odio contrarrevolucionario, que no es nuevo ni tiene en la mira solo a Cuba: es parte de una ofensiva internacional reaccionaria para aniquilar a las fuerzas de izquierda.

Tratándose de Cuba, la menor discordia que una persona pueda tener —o fabricarse— con la realidad que ha vivido aquí o quiere hacer creer que ha vivido, se usa como pretexto para lanzar calumnias contra este país. Hace unos años un joven mimado en instituciones culturales decidió emigrar, y en cuanto lo hizo se puso a exhibir su

Silvio Rodríguez con Diákara: las maravillas vendrán algo lentas…

Silvio Rodríguez atesora joyas inéditas en ese lugar que me resisto a llamar archivo, porque es en realidad un sitio insondable donde se guardan las maravillas.  De algunas, se sabe algo,  y por eso la espera y la esperanza se renovaban cada vez, sabiendo que esas grabaciones existían.  Tal es el caso de las que Silvio -¡al fin!- nos entrega en el disco Silvio Rodríguez con Diákara, realizadas originalmente en México en 1991.   Quienes asistieron a su concierto con el grupo Diákara en 1991, en su primera formación, saben que fue uno de los más importantes de esa década, en medio de un trabajo colaborativo durante varios años, que debió rematarse con el disco que nunca –hasta hoy- llegó a ser. La imagen de Silvio junto a aquel grupo de jazz-rock-fusión de raíces afrocubanas, liderado por Oscarito Valdés es parte de un mito viviente -en la acepción positiva de la palabra- en el imaginario musical cubano. 

Hoy es posible pensar que con Diákara, Silvio cerraba una especie de ciclo, que se truncó al quedar inédito el disco que grabaran juntos.  ¿Por qué Diákara y por qué ahora, 30 años después?

SR: Es un disco que pasó por muchos avatares. Son 10 canciones que pudimos grabar en unas tres o cuatro sesiones mañaneras, después de una gira por México, locos por volver a Cuba. Puse 8 de las 10 voces en una sola mañana, el día antes del regreso. En nuestra tierra no había Dolby y estuvimos cayéndole atrás a uno hasta en otro país, y no apareció. Como yo estaba ahorrando para convencer al Estado de que construyera estudios nuevos, usé parte de ese dinero para comprar el dolby y una multipista de 24 canales, que estuvo usando la EGREM hasta que pudimos