COMUNICADO DEL CANAL EUROPA POR CUBA.

DE CONJUNTO CON ORGANIZACIONES DE CUBANOS, SOLIDARIOS Y OTROS MEDIOS DE INFORMACIÓN EN RECHAZO DEL BLOQUEO ESTADOUNIDENSE CONTRA CUBA.


En los próximos 28 y 29 de octubre, la Asamblea General de la ONU someterá a votación la Resolución que exige el fin del bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone al pueblo cubano desde hace más de 64 años. Con la esperanza de impedir que el mundo deje de apoyar a Cuba por medio de un voto, el gobierno que despliega su política de fuerza en todos los continentes, bloquea y devora pueblos con su consabida costumbre de sembrar ruina y desolación, no parece escatimar ningún esfuerzo.

El gigante del Norte, que por hábito hostiga, engulle naciones enteras y esparce el crimen por el planeta, envía hoy emisarios, cartas intimidatorias y advertencias ignobles a terceros países, divulga campañas vergonzosas, mentiras sin nombre y múltiples presiones persiguiendo un único objetivo : intentar disimular los daños que su política genocida ejerce sobre la nación cubana desde hace más de seis décadas. Con estos mecanismos perversos procuran evitar verse aislados una vez más en el seno de la organización con sede en su propio país. Ciertamente, desde hace más de tres décadas el nombre de Estados Unidos y el de Israel, acompañados de algún país lacayo figuran en el lado opuesto del que ocupan el resto de los países del orbe. En 2024, fueron 187 las naciones que categóricamente rechazaron esta violación flagrante y sistemática de la Carta de las Naciones Unidas que es el bloqueo impuesto a Cuba.

Con su actuar irrespetuoso para con la soberanía de otros Estados del planeta, que incluye presiones y amenazas groseras si mantuvieran el voto a Cuba, los EEUU pretenden que el mundo ignore las consecuencias de un bloqueo que contraviene los principios fundamentales del derecho internacional, incluido el referente a la igualdad soberana de los Estados, la no intervención en los asuntos internos y la solución pacífica ante los conflictos.

La resolución titulada « Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba (A/79/L.6) », que será debatida durante 2 jornadas el 28 y 29 de este mes de octubre en la ONU, exponen ante el mundo los pormenores del bloqueo ejercido contra la Isla. Se trata de un crimen mantenido con plena conciencia del sufrimiento que provoca a la población cubana, de un castigo colectivo proscrito por el derecho internacional y humanitario.

Si bien la Resolución establece una relación factual y contundente para el conocimiento de las demás naciones antes del voto, las causas y consecuencias del bloqueo no son en absoluto un secreto para quienes lo infligen a Cuba, aunque intenten cubrir y desvirtuar con cinismo el origen de las graves penurias y dificultades que enfrenta cotidianamente el país caribeño.

Fue el gobierno de los EEUU el que decretó el bloqueo desde los años 1960 y el que a partir de 1992 promulgó la Ley Torricelli (hija de la anterior Enmienda Mack) para acrecentar el aislamiento de Cuba del entorno económico internacional y hacer colapsar su economía. Las disposiciones contenidas en esa legislación, de carácter profundamente extraterritorial, constituyen una violación de las normas internacionales que rigen la libertad de comercio y navegación y reflejan el desprecio e irrespeto hacia la soberanía de terceros Estados. Esta ley, separa al gobierno cubano de su pueblo y enarbola falsamente conceptos como democracia, derechos humanos y economía de mercado. Su narrativa eufemística es, además, una de las expresiones más acabadas de la línea agresiva del imperio del norte contra la Revolución cubana, ya que no descarta posibles intervenciones militares a pesar de ser contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y a los Pactos, Tratados y Resoluciones vigentes en el ámbito del Derecho internacional.

¿Cómo podrán disimular la llamada y aun vigente Ley Helms-Burton, a no ser en sus discursos falaces, cuando no solo constituye otra violación manifiesta de los derechos de más de once millones de cubanos, sino que afecta a la soberanía de otros Estados, a los intereses legítimos de entidades o personas bajo su jurisdicción y a la libertad de comercio y navegación? La activación de su Título III, medida sin precedentes de la Administración anterior de Donald Trump para recrudecer la presión política hacia Cuba, permite a ciudadanos estadounidenses reclamar daños y perjuicios por propiedades que fueron confiscadas en los inicios de la Revolución cubana.

En vez de incordiar a Cuba, limitar al pueblo cubano en el ejercicio de su soberanía y molestar con su arrogancia a terceros, Estados Unidos debería salvar su honor dando una respuesta al llamamiento del mundo y al de su propio pueblo para acabar con el injusto bloqueo. La inclusión de Cuba en la falsa lista de países patrocinadores del terrorismo, otro instrumento de coerción política que amedrenta a instituciones financieras internacionales, las cuales se ven obligadas a negarle créditos a Cuba por temor a represalias, también debe cesar. ¿Acaso los EEUU podrán hacer creer al resto del mundo que defender la soberanía de Cuba y querer construir su futuro es un crimen?

¿Con qué autoridad moral puede contar el país que socava la paz en el mundo con su carrera armamentística y con sus bases militares en todos los rincones del planeta, entre las cuales se incluye la Base Naval de Guantánamo, ocupada ilegalmente y donde instalaron una prisión que no respeta los derechos humanos de sus reos? ¿Cómo justificar su actual presencia, con buques de guerra y aviones de combate, con bombarderos, marines, drones y aviones cada vez peligrosos en la zona de paz que es el Caribe? ¿En qué lista unilateral de países terroristas estará inscrito su apoyo incondicional a las dictaduras en América Latina o su intención de desplegar a la CIA en Venezuela, su responsabilidad ante la muerte injusta de personas en los recientes ataques perpetrados a pequeñas embarcaciones bajo el pretexto de luchar contra el narcotráfico ? ¿Qué derecho al veto podrá esconder la persecución feroz que ejerce EEUU contra sus migrantes o su racismo y el menosprecio de las minorías étnicas en su propio país?

Ninguna credibilidad puede otorgársele a un gobierno que ha apoyado y es parte del genocidio del pueblo palestino, que invade países (Libia, Siria, Irak…) y financia guerras de exterminio, que destruye significativamente el planeta ignorando con arrogancia los acuerdos y tratados internacionales destinados a la protección del medio ambiente y que en el caso de Cuba es responsable del genocidio más largo de la Historia, del aislamiento más injustificado y prolongado al que somete a su pueblo. Este bloqueo criminal y sus consecuencias se han acentuado con las más de 240 medidas dictadas por el actual presidente desde su primer mandato, agudizándose hoy bajo el grave impacto que emana de la inclusión de Cuba en tan infame lista.

La oposición al otorgamiento de préstamos por parte de instituciones financieras internacionales, las interrupciones de la ayuda a Cuba de otros países, las restricciones que abarcan la asistencia humanitaria y la asistencia para el desarrollo, la disponibilidad de bienes esenciales como alimentos y medicamentos, no son responsabilidad del gobierno cubano, como intentan hacer creer con sus conocidas patrañas. Tampoco la escasez que afecta a todos los sectores de salud prioritarios, entre ellos las enfermedades cardiovasculares, la oncología pediátrica, la oncología, la obstetricia y la ginecología. Disímiles son las medidas coercitivas adoptadas por los EE. UU. para afectar la salud cubana, entre ellas la negación del acceso a literatura médica, a sitios de Internet creados para facilitar el libre intercambio de información y a softwares imprescindibles para el diagnóstico de enfermedades. Vale recordar que durante la pandemia de COVID-19, lejos de minimizarse el impacto negativo de esta política, se recrudeció hasta alcanzar niveles de crueldad y deshumanización sin precedentes.

En el ámbito del deporte, Cuba se enfrenta a la imposibilitad de asistir a certámenes importantes a nivel internacional pues las visas deportivas solicitadas no son aceptadas por los servicios consulares estadounidenses, como ha sido el caso de las visas denegadas recientemente a los atletas de alto nivel, lo cual atenta contra la presencia de Cuba en los Juegos Olímpicos de 2028. Esta realidad que impone a la Isla el gobierno de EEUU es violatoria de la carta olímpica, donde se refrenda, en el artículo 6, que todos los atletas tienen la posibilidad de participar en igualdad de condiciones y sin discriminación de sexo, raza, creencia política o nacionalidad. Desde el momento de la inclusión de Cuba en la arbitraria lista de Estados patrocinadores del terrorismo, se han realizado controles excesivos y xenófobos a las delegaciones deportivas cubanas en aduanas y en los puntos de migración internacionales.

La inflación inducida, la contracción de la producción agrícola como resultado de la escasez de combustible y las restricciones a las importaciones de maquinaria agrícola, de productos químicos, de alimentos para animales y de piezas de repuesto son consecuencias directas de la política de asedio permanente del gobierno de los EEUU sobre Cuba.

Pero el gigante que intimida y acecha, siempre encontrará el coraje de un David. Estamos seguros de que, una vez más, Cuba vencerá en esta nueva batalla en la ONU. Cuba no estará nunca sola pues su causa es la causa del mundo y su justicia será la que dicten los pueblos.

Desde el canal Europa por Cuba y en representación de múltiples solidarios, cubanos residentes en el exterior, movimientos obreros, intelectuales, asociaciones y sindicatos de varias partes del mundo, exigimos al gobierno de Estados Unidos que encare la verdad de sus políticas arbitrarias y criminales contra Cuba y el rechazo que provocan en la Comunidad Internacional, que cumpla plenamente con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, incluso extraterritorialmente, que adopte medidas urgentes para poner fin al bloqueo contra Cuba y que retire a Cuba de su unilateral e injusta lista de países que patrocinan el terrorismo.

¡Las medidas coercitivas unilaterales vulneran el derecho a la vida de Cuba y del conjunto de los pueblos!

¡Abajo el bloqueo!

¡Viva la Revolución cubana!

                                                               27 de octubre de 2025.

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