Fundada en 1959, Casa de las Américas fue (y es) una de las principales revelaciones culturales de la Revolución cubana. Conducida en sus inicios por la legendaria heroína cubana Haydée Santamaría Cuadrado. Época en que, Casa, era un diamante en bruto que vino puliéndose (sin prisa y sin pausa) gracias al esfuerzo, la contribución y el compromiso de muchas
personalidades imprescindibles de la cultura latinoamericana y mundial.Importancia sociocultural de Casa de las Américas
Según Roberto Fernández Retamar, y así lo creo, Casa encontró abono en los pensamientos de Bolívar, Sandino y el propio José Martí, el mismo que en su ensayo “Nuestra América”, reiteradamente, llama a la unidad continental. Rememoremos este pasaje: “Es la hora del
recuento y de la marcha unida y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes”. (Citado por Retamar, 1989)
Independientemente de lo dicho hasta aquí, y teniendo en cuenta que en nuestra América, todos los proyectos verdaderamente serios y con éxito han tenido base en la
- participación social,
- en la unidad de los pueblos y
- en la creatividad de nuestros hombres y mujeres,
Casa de las Américas viene a ponderar esta idea. “A estrechar los vínculos entre los artistas y escritores latinoamericanos y caribeños, y difundir sus obras a lo largo y ancho del continente y del mundo” (Retamar, 1989), a rescatar lo verdaderamente valioso e imprescindible de la cultura latinoamericana y caribeña. Por tanto, se ha convertido en una vozcultural auténtica, legítima e innovadora de nuestra cultura regional.
De acuerdo con Ernesto Che Guevara, Casa de las Américas se proponía la “exaltación del patrimonio cultural de toda Nuestra América” (Citado por Retamar, 1989) y hoy, con orgullo podemos decir que, en ese afán, superó, Casa ha superado y continúa superando; todos los retos que históricamente le ha planteado la dirección histórica de la Revolución cubana en ese sentido.
No podemos olvidar que en los duros primeros años de la Revolución cubana y cuando la mayoría de los países latinoamericanos rompieron relaciones diplomáticas con Cuba y además la Isla fue expulsada de la OEA, Casa de las Américas se irguió con más fuerza y evitó el total aislamiento de la nación caribeña con Latinoamérica y el resto del mundo.
Recordemos una cita pronunciada por Fidel Castro en el Primer Congreso del PCC, Cuba, 1975:
La fundación en 1959 de la Casa de las Américas contribuyó a impedir el aislamiento cultural en los momentos más difíciles del bloqueo, y mediante diversas actividades como publicaciones, concursos, premios, festivales, exposiciones y encuentros de literatura, teatro, plástica y música, ha vinculado a la Revolución Cubana los sectores más progresistas de la intelectualidad latinoamericana y a latinoamericanistas de los países socialistas, manteniendo en el Continente el aliento de la Revolución Cubana. La Casa de las Américas constituye hoy el centro cultural más prestigioso de América Latina. (Citado por Retamar, 1989)
Y qué decir de aquellos escritores, escritoras y artistas (héroes de la cultura latinoamericana y caribeña) que contra viento y marea mantuvieron los vínculos de intercambio y colaboración culturales con la institución. Ellos salvaguardaron su hermetismo cultural, sus ideales, sus valores, su ética. No abandonan Casa porque creían en ella, porque tenían luz larga, porque entendían que no hay hoy sin ayer, porque sabían que los nuevos tiempos tenían que llegar y para estas fechas Casa de las Américas debía haber sobrevivido y estar bien preparada.
Esos escritores, escritoras y artistas comprendieron a tiempo que contribuían con el dinamismo cultural de una Casa que estaba llamada a convertirse en un trozo de historia. Me refiero a mujeres y hombres como Haydée Santamaría, Roberto Fernández Retamar, Julio Cortázar, Juan Marinello, Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Mirta Aguirre, Onelio Jorge Cardoso, Fayad Jamís, Luis Rogelio Nogueras, Ernesto Che Guevara, Eduardo Galeano, Mario Benedetti; entre muchísimos más.
Los mencionados y no mencionados (que son mayoría), son también responsables de todo ese mérito que Casa de las Américas exhibe en la actualidad.Gracias a muchos de esos protagonistas (mencionados y no mencionados) Casaha sabido sobrevivira toda esa inmundicia económica, a toda esa tragedia económica que los vecinos del norte impusieron para tratar de aislar la Revolución cubana de la manera más vil y brutal que jamás se haya conocido en la historia, para limitar la cultura cubana a través de la falta de presupuesto y/o financiamientos de todo tipo.
Pero, como “Una idea justa, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército”, lo más importante es lo que ha prevalecido: una institución sociocultural prestigiosa que goza de la admiración y el reconocimiento internacional de muchos, gracias a la fe inquebrantable de los grandes admiradores y colaboradores que siempre han visto a Casa de las Américas como su casa propia.
Así pensaba, también, Eduardo Galeano: “Esta Casa es mi casa, la casa nuestra. Y porque así lo siento, y así lo sé, he sido y seguiré siendo siempre su amigo” (Citado por Ravsberg, 2015). Pero, como “honrar honra”, por estos días Casa de las Américas le ha dedicado intensas horas de homenaje al autor de Las venas abiertas de América Latina.
En cuanto a los premios que la Casa entrega a artistas, escritores y escritoras más destacados, hay mucho que rebanar, solamente desde el años 2000 hasta acá se la institución ha entregado más de 200 reconocimientos en las modalidades de poesía, cuento, novela, teatro, ensayo, testimonio, literatura caribeña, literatura caribeña francófona literatura brasileña y literatura indígena.
Recordemos a Benedetti cuando en 1979 escribió lo siguiente:
Desde su creación, la Casa quiso ser un centro de difusión de estudio y de encuentro del arte y las letras latinoamericanas, o sea, una nueva forma de lucha contra la segmentación y el desmembramiento de nuestra cultura, fomentados desde siempre por el imperialismo. (Citado por Retamar, 1989)
Y agregaba otra gran verdad: “Por lo general, los escritores y artistas latinoamericanos y del Caribe sabían más de lo que se producía en París, Londres o Nueva York que de lo que se creaba en México, Caracas, La Habana, Lima, Buenos Aires, Kingston o Montevideo”. (Citado por Retamar, 1989)
También Julio Cortázar en 1980 añadía que “la labor de la Casa de Las Américas asume una significación que ningún elogio podría abarcar, y que sobrepasa largamente su breve vida institucional”. (Citado por Retamar, 1989)
Y agregó otras razones que todavía hoy cobran vigencia:
En estos últimos años la irradiación cultural de la Casa se ha visto multiplicada por muchas razones. En primer lugar, sus publicaciones y actividades han ocupado un lugar permanente y muy importante en todos los centros de recepción de cultura del mundo, incluso en algunos cuya línea ideológica dista de cubana, pero que ya no pueden ignorar la calidad y la validez de la producción intelectual y artística que la Casa vehicula y estimula. (Citado por Retamar, 1989)
Por eso, en Casa, todos los países, del continente cuentan con un espacio ganado en esa vitrina hecha para inmortalizar la cultura latinoamericana y caribeña para siempre. Se ha convertido en una institución comprometida con el desarrollo sociocultural de nuestra América.
Casa es el espacio de confluencia cultural latinoamericana más importante, no por imposición ni capricho de nadie, sino por mérito propio. Porque ha tenido un conducción sabia que ha comprendido y llevado a la práctica una institución multifuncional que además de da el lujo de editar revistas prestigiosas como Casa, Conjunto, y Anales del Caribe.
Cuenta con centros de investigaciones literarias, direcciones de teatro, artes plásticas, un Centro de estudios del Caribe, una biblioteca de lujo, programas de estudio sobre la mujer, sobre latinos en Estados Unidos, sobre las culturas originarias de América, de Memoria histórica de los pueblos, entre otras áreas.
Finalmente, aquel proyecto que inició Haydée Santamaría Cuadrado, prosiguió el pintor Mariano Rodríguez y actualmente preside el reconocido poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, se ha convertido en el aposento cultural de mayor trascendencia para América Latina y el Caribe en el último quinquenio. Y los ideales de Martí, Bolívar, Augusto César Sandino, entre otros, se condensaron en una institución cuya simbología, además de sostenible, representa la férrea fe en la unicidad sociocultural cultural latinoamericana.
Referencias bibliográficas
Ravsberg, F. (2015). Observar hacia adentro. Recuperado de http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2015/04/22/observar-hacia-adentro/
Retamar, R. (1989). Treinta años de la Casa de las Américas. Estudos Avançados, 3 (5), 69-75. Recuperado de http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0103-40141989000100007&lng=en&tlng=es. 10.1590/S0103-40141989000100007.
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Detalles Título
Casa de las Américas, Cuba. Un legado cultural perdurable
Curso Cultura General Calificación Ninguna
Autor
Enaidy Reynosa Navarro (Autor) Año 2015. Páginas 6. No. de catálogo V299348
ISBN (Libro) 9783656961017 Tamaño de fichero 457 KB Idioma Español
Notas
Enaidy Reynosa Navarro, Licenciado en Estudios Socioculturales, Universidad Oscar Lucero Moya, Holguín, Cuba (2007). Máster en Desarrollo Cultural Comunitario, Universidad de Las Tunas, Cuba (2012), Doctor en Administración de la Educación, Universidad César Vallejo (UCV), Perú (2014). Actualmente se desempeña como docente del Programa Académico de Formación General de la UCV y es, asimismo, Editor de la revista literaria y de investigación Espergesia, que se edita en el programa académico mencionado.
Etiqueta
casa, américas, cuba
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