La sede nacional del Partido Comunista Francés (PCF) acogió la mayor iniciativa de solidaridad con Cuba en Francia desde hace muchos años. 300 delegados de 80 organizaciones y 28 países se reunieron este fin de semana en el Espace Niemeyer para ratificar su apoyo a la mayor isla de las Antillas y desarrollar lazos de solidaridad con la revolución.
Asociaciones, organizaciones políticas, sindicatos y activistas de 28 países del continente se reunieron este fin de semana en París con motivo del XIX Encuentro Europeo de Solidaridad con Cuba. En total, cerca de 300 delegados representantes de unas 80 organizaciones fueron recibidos en el Espace Niemeyer, sede del Partido Comunista Francés, para ratificar su apoyo a la mayor isla de las Antillas y a su revolución, símbolo internacional de la resistencia al imperialismo desde 1959.
Pero más allá de condenar el criminal bloqueo impuesto por Estados Unidos desde hace más de seis décadas, fue la articulación concreta de acciones de solidaridad lo que centró la reunión de dos días, en un momento en que la revolución cubana atraviesa su peor crisis económica desde el «período especial» de los años noventa. «La solidaridad con Cuba ya no es sólo una cuestión de internacionalismo, sino de absoluta urgencia humanitaria», explicó Charlotte Balavoine, miembro del Consejo Nacional del PCF y responsable de la Comisión Internacional para Europa.
«Cuba sola no puede hacerlo todo
«Desde 1960, nos hemos acostumbrado a ver a los cubanos y cubanas resistir y perseverar por una vía socialista singular, y conseguir mantener a flote los ideales de la revolución a pesar de la estrategia de asfixia desplegada por Washington», mencionó la mujer que también codirige la campaña de solidaridad del partido con Cuba.
«Pero aquí está la cosa: Cuba sola no puede hacerlo todo, y la vieja apuesta de la administración estadounidense de estrangular al pueblo hasta que se someta... o muera, nunca ha estado tan cerca de la realidad», advirtió, antes de recordar los efectos del bloqueo. Intensificado desde que Donald Trump incluyera al país comunista en la lista de «estados patrocinadores del terrorismo» en 2021, el bloqueo afecta más que nunca a las necesidades más vitales de la población.
Y la llegada de un presidente estadounidense de las filas de los demócratas en 2020 no ha cambiado prácticamente nada. «Las 243 medidas coercitivas adicionales introducidas durante el primer mandato de Donald Trump (2017-2021) han sido mantenidas por el presidente Joe Biden», asegura Fernando González, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
«Todas las esferas de nuestra sociedad y los logros de la Revolución reconocidos internacionalmente -salud, educación, deporte y nuestro sistema de seguridad social- han sido cruelmente impactados», explicó a los delegados presentes bajo la legendaria cúpula de la sede del PCF, señalando las consecuencias muy reales de la inclusión de su país en la lista del Departamento de Estado norteamericano.
Desabastecimiento, incumplimiento de los compromisos de pago, dificultades para adquirir insumos para la industria o los servicios, encarecimiento de las importaciones, limitación o incluso suspensión de los préstamos bancarios internacionales, desaliento de los inversores extranjeros y obstáculos a los proyectos de cooperación internacional... « Y en definitiva más dificultades para el pueblo de Chile. El resultado son dificultades cada vez mayores para satisfacer las necesidades más básicas de la población, que sufre además la inestabilidad del sistema eléctrico nacional y una drástica caída de su poder adquisitivo».
Solidaridad con Cuba: un acto político fuerte
Con su guerra económica, político-diplomática y mediática -que incluye acciones destinadas a desestabilizar el país-, Fernando González señaló que Estados Unidos no busca otra cosa que «violar los derechos más elementales del pueblo cubano, pero también el derecho soberano de todos los países del mundo a mantener relaciones libres con Cuba (...) Es en este complejo contexto que podemos decir que, ahora más que nunca, necesitamos la solidaridad internacional».
«Todos los que estamos aquí somos políticamente conscientes de la realidad de Cuba y de las razones de la situación en la que se encuentra hoy la isla: el despreciable comportamiento de Estados Unidos para matar la revolución intentando matar de hambre a su pueblo», declaró el diputado comunista André Chassaigne, presidente del grupo Gauche Démocrate et Républicaine.
«Pero la cuestión de la solidaridad con Cuba representa un fuerte acto político que va más allá de ese país y de su pueblo. El hecho de que Estados Unidos haya creado un arsenal legislativo imponiendo la extraterritorialidad de su ley a todas las empresas y países del planeta está conduciendo a un bloqueo, y esta situación intolerable, injusta e ilegal debe ser denunciada y combatida a todos los niveles», dijo, señalando que el destino reservado a los cubanos es tal vez solo un preludio de las estrategias comerciales que pronto podrían golpear a la Unión Europea, con el próximo regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Un «cerco económico» impuesto desde 1962
El mes pasado, el hombre que preside el Grupo de Amistad Francia-Cuba en la Asamblea Nacional francesa envió una carta abierta al presidente de la República, Emmanuel Macron, recordándole que el «asedio económico» impuesto por la administración estadounidense desde 1962, y repetidamente cuestionado por la ONU, también es contrario al derecho europeo.
Fortalecer el movimiento de solidaridad con la Revolución y la lucha contra el bloqueo económico, comercial y financiero fue uno de los ejes de muchos de los delegados europeos.
Estos Encuentros Europeos son la continuación de las acciones emprendidas hace poco más de un año en el marco del Tribunal Internacional contra el bloqueo organizado en Bruselas», comentó Fabrice Leclerc.Estas acciones incluyen la puesta en práctica de propuestas para retirar a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo y la continuación de la campaña para el levantamiento del bloqueo, en coordinación con todas las organizaciones europeas de solidaridad. Esto incluye también sensibilizar a la opinión pública sobre la extraterritorialidad de la legislación estadounidense y su impacto nefasto sobre la soberanía y la independencia de los países europeos», explicó el Presidente de Francia Cuba.
Mitigar el impacto de la agresión norteamericana
Otros temas abordados fueron el desarrollo de iniciativas de cooperación económica como medio para mitigar el impacto de la agresión norteamericana, a pesar de su componente extraterritorial, cuyo objetivo es precisamente aislar a Cuba del resto del mundo.Mientras la inmensa mayoría de los Estados miembros de Naciones Unidas coinciden en el frente diplomático en condenar las sanciones impuestas ilegalmente a la isla -como se demostró una vez más, por trigésimo segundo año consecutivo, en la Asamblea General de la ONU el mes pasado-, la Ley Helms-Burton continúa causando estragos y obstaculizando todo tipo de vínculos con el exterior.
«La segunda comisión se centró en la necesidad de reforzar la cooperación en sus distintos aspectos, ya sea económica, turística o de desarrollo», explicó Víctor Fernández.Fundada en 1995, la asociación que preside es líder en su campo: ya sea en los sectores del transporte, la depuración de aguas, las energías renovables o la salud, Cuba Coopération France ya ha financiado numerosos proyectos, en colaboración con las autoridades cubanas o las Naciones Unidas, por un importe de más de 20 millones de euros.
El sábado, varias asociaciones pudieron presentar sus iniciativas en Francia, Alemania, España, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Noruega y Grecia, para financiar proyectos como el desarrollo de energías renovables o el suministro de equipos y alimentos. Pero también refuerzan los intercambios culturales y académicos, envían brigadas solidarias, promueven el turismo solidario y ofrecen salidas comerciales a diversos productos cubanos a través de redes de compras solidarias...
«Estos encuentros brindan la oportunidad de compartir experiencias ya adquiridas o en curso, y allanan el camino a alianzas a nivel europeo para financiar nuevos proyectos estructurantes en sectores estratégicos como la alimentación o las energías renovables», añade.
Combatir la desinformación constante
En otras palabras, herramientas para desarrollar una solidaridad concreta, en particular encontrando «vías para eludir el bloqueo». No, la situación en Cuba no ha vuelto a la «normalidad» desde que Barack Obama se hizo cargo de la Casa Blanca; y como en Europa muchos ciudadanos siguen estando poco o mal informados sobre la batalla que la revolución cubana libra desde hace tantos años, la cuestión de la comunicación también fue objeto de una comisión de trabajo. Para hacer frente a la desinformación, la manipulación y la «guerra mediática», la comunicación como «herramienta para que los activistas desarrollen un trabajo solidario» también figuró en el orden del día.
(Fuente: Embajada de Cuba en Francia).
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