Cuba y los derechos humanos.

 

Los derechos humanos no son el poder de engullir cuanto hay en la Tierra, ni sembrar egoísmo, desolación y crimen donde antes hubo cantos, palomas y flores. Los derechos humanos no significan derecho de pernada del amo imperial sobre las naciones más jóvenes, ni desnudarlas o violarlas antojadizamente para afirmarse en nombre de una 'democracia' senil, venida a menos.
Los derechos humanos no son la razón sustituta de la justicia divina para escoger a golpe de misiles o bombas nucleares quién ha de vivir o morir, quién puede reír o llorar, quién entra o sale de su reino maltrecho de ganancias innobles por el azar del origen, el color de la piel, la edad o el género.

Los derechos humanos no clasifican como instrumento político para justificar exacciones, matanzas, intervenciones militares, colonizaciones, guerras de rapiña ni bloqueos económicos, políticos y financieros a terceras naciones.

Para los increbíles del honor, ocupados en hacer de Cuba una posible presa de la codicia yanqui, estas son prácticas comunes en su arte de subyugar a los pueblos. Cualquier razón despreciable les sirve para crear alianzas, construir y financiar planes de desestabilización y encontrar mezquinos pretextos, porque es costumbre en ellos desafiar la paz del universo.

Los derechos humanos son algo más que un arma de guerra blandida injustamente para justificar veleidades políticas. Son prerrogativas como las que Cuba, pequeña nación bloqueda, ha asegurado progresivamente a su pueblo y a otros al ofrecerles su solidaridad, su abnegación y altruismo, al brindarles ayuda sin cobrar intereses, porque la naturaleza de sus valores y su vocación le impiden permanecer indiferente ante lo frágil de la condición humana, ante las desigualdades, las guerras, las enfermedades o las catástrofes naturales.

Con su heroísmo y humanismo internacionalista, sin bases militares en ninguna parte del mundo, sin armas nucleares para agredir a naciones hermanas, sin vínculos de ninguna índole con el narcotráfico ni bandas criminales, sin hacer de gendarme mundial ni llevar ejércitos que no sean los que visten de blanco para salvar vidas, Cuba ha repartido como panes y peces sus magros recursos y su potencial humano por más de seis décadas.

El camino escogido, que no tiene lecciones de democracia que recibir de nación alguna, ha garantizado la educación, la salud, la seguridad, el acceso a los avances científico-técnicos, a la cultura, la justicia e igualdad de todos sus ciudadanos, cooperando a su vez con otras tierras del mundo, como única vía para no inmolar su soberanía a los dictados del imperio que la adversa y de salvar consecuentemente la existencia y los derechos de sus semejantes.

                                                                             Europa por Cuba, 15 de diciembre de 2021.

1 comentario:

  1. En Cuba SÍ EXISTE desde que Triunfó la Revolución Socialista, una verdadera democracia, le guste o duela a muchos y el mundo lo sabe!.#ABAJOELBLOQUEOGENOCIDA!. #CubaViveYRenace!.

    ResponderEliminar