Por Patricio Montesinos. - La política agresiva y guerrerista del mandatario Donald Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio, hacia Latinoamérica y el Caribe aísla cada vez más a EE.UU. en esa región, que continúa demandando seguir siendo una zona de paz, libre y soberana.
Los presidentes y dignatarios de la mayoría de los países de la Patria Grande se han pronunciado en los últimos días y semanas contra las amenazas de Washington de desatar un conflicto bélico hemisférico con el despliegue sin precedentes de sus fuerzas castrenses en las aguas caribeñas.
Trump y Rubio la han emprendido particularmente con Venezuela y Colombia, alegando una supuesta lucha de la Casa Blanca frente al tráfico de estupefacientes, lo que ha sido rechazado por Caracas y Bogotá.
Ambos gobiernos latinoamericanos han denunciado ataques injustificados a "narcolanchas", sin tener prueba alguna al respecto, con balance de más de 60 personas ultimadas extrajudicialmente.
Los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Venezuela, Nicolas Maduro, han reiterado que las verdaderas intenciones del actual régimen estadounidense son intimidar a las naciones de la región para imponer su dominio, y hacerse con sus riquezas naturales.
De similar manera, se han pronunciado una y otra vez el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, resaltando la defensa de la soberanía y la independencia de Nuestra América.
Cuba igual denunció la peligrosa escalada belicista del imperio norteño en la recién concluida Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE), celebrada el fin de semana en la ciudad colombiana de Santa Marta.
Ese cónclave birregional, en su Declaración Final, llamó a preservar a la Patria Grande como zona de paz, aunque faltó una condena contundente al ofensivo movimiento militar estadounidense en el Caribe.
En el texto se pidió el fin del bloqueo de EE.UU. a la mayor de las Antillas, y se rechazó la imposición de medidas coercitivas por la Casa Blanca.
En otra importante cita global, la conferencia de la ONU COB30 que sesiona en la localidad brasileña de Belém, Washington fue fuertemente criticado por su conducta guerrerista y contraria a la lucha por detener la grave crisis climática que azota hoy al mundo.
En una intervención en la COB30, Petro afirmó que "Trump está en contra de la humanidad, y el olvido será su castigo".
Y tiene mucha razón, porque la postura mayoritaria asumida en ambas citas de alto nivel por los países de la Patria Grande en defensa de la paz, la cooperación y la batalla frente al cambio climático, deja bien claro que EE.UU. está cada vez más aislado en Nuestra América.
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