Por Patricio Montesinos
El recién concluido segmento de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, AGNU80, anunció otra contundente derrota que propinará Cuba a EE.UU., cuando la isla caribeña someta a debate un nuevo proyecto de Resolución contra el arreciado bloqueo que le impone Washington.
En ese cónclave, presidentes, primeros ministros, cancilleres y representantes de más de 40 países alzaron sus voces para denunciar el cruel cerco económico, comercial y financiero estadounidense a la mayor de la Antillas.
De igual forma, representantes de 19 naciones hicieron llamados públicos a eliminar a Cuba de la fraudulenta, unilateral y arbitraria lista de la Casa Blanca de Estados patrocinadores del terrorismo.
El segmento de alto nivel fue sin duda alguna un claro aviso a Washington de lo que ocurrirá en la AGNU80 los días 28 y 29 de octubre próximos, fechas en las que se debatirá en la sede de la ONU en Nueva York otro proyecto de Resolución formulado por el decano archipiélago del Caribe contra el bloqueo.
Ya en la presentación hace pocas semanas de un informe actualizado acerca de los daños ocasionados a Cuba por la guerra genocida de EE.UU., el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez auguró en La Habana otra rotunda victoria de su país frente a su vecino hostil del norte.
El canciller aseguró que la referida propuesta de dictamen contará una vez más con el respaldo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional, como ha ocurrido desde 1992 en 34 ocasiones consecutivas.
Agregó que, pese a las presiones que ejerce EE.UU. sobre numerosos países, y el complejo escenario global, el documento antibloqueo será aprobado abrumadoramente porque el mundo conoce muy bien la arbitraria e injustificable conducta de la Casa Blanca.
El régimen del presidente Donald Trump sabe del nuevo revés se le avizora en la AGNU80, y por ello el incremento de su arrogancia hacia la nación antillana en los últimos días.
Al respecto, Rodríguez Parrilla escribió en su cuenta en X que Washington continúa práctica de incluir a Cuba en sus informes espurios, como única alternativa para sostener las mentiras y la guerra económica contra el pueblo de la isla que promueve el corrupto secretario de Estado Marco Rubio.